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La gasolina “low cost” acaba saliendo más cara
La crisis ha facilitado la aparición de un gran número de gasolineras low cost que ofrecen productos más baratos que las gasolineras tradicionales respaldadas por una gran marca petrolera detrás. Ante está situación muchas veces nos preguntamos; ¿es mala la gasolina low cost?, ¿Puede afectar a mi vehículo?, ¿Qué diferencias hay entre un tipo de gasolina y otra?
En principio, la diferencia entre ambos productos, es la adición de aditivos que ayudan a la conservación del motor, así como a, facilitar menores consumos, repercutiendo directamente en el rendimiento del motor.
Algunos de los problemas más comunes están relacionados con la gasolina barata, provocan que el coche no arranque con normalidad y los filtros queden dañados. Los problemas que surgen del uso de esta gasolina muchas veces es debido al mal mantenimiento de los depósitos de las gasolineras baratas, o en el peor de los casos a que diluyen con agua la gasolina, pudiendo provocar que se doblen bielas o pistones del motor.
La gran diferencia entre las dos gasolinas y cómo afectan al motor aparece con el tiempo, donde después de muchos kilómetros los motores pueden perder potencia, tener problemas de autoignición descontrolados y son más propensos a averías en el sistema de inyección.