nov
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Diez mitos sobre la gasolina (I)
El cine ha hecho estragos en nuestro subconsciente. Explosiones espectaculares, cigarrillos que prenden fuego a un reguero de gasolina y demás parafernalias han conseguido que creamos muchos mitos sobre este combustible; pero ¿cuáles son ciertos? A continuación vamos a analizar 10 de ellos para ver cuáles son ciertos y cuáles no:
1. La gasolina explota: FALSO. La gasolina es un combustible y, como tal, arde. Para que un coche de gasolina explote, la concentración de gases de la evaporación del combustible tiene que ser enorme.
2. Una colilla puede encender un reguero de gasolina: FALSO. No lo intentes, ya que si tiras una colilla en una lata de gasolina, lo más probable es que se apague igual que si la echas al agua. La gasolina necesita un foco de ignición relativamente elevado: una colilla apenas tiene temperatura.
3. Los coches de gasolina son más peligrosos en caso de accidente: FALSO. Hoy en día, para que un depósito de gasolina se rompa en un siniestro, el golpe tendría que ser tan brutal que, seguramente, no hubiera supervivientes.
4. Si echo gasolina de 98 a mi coche, corre más: DEPENDE. Sólo en algunos motores de muy alta compresión o sobrealimentados, que necesitan un alto poder anti-detonante, se obtienen mejores prestaciones que con gasolinas de menor “octanaje”.
5. Si echo un poco de gasolina al gasóleo, el motor va mejor: FALSO. La gasolina es mucho más volátil que el diésel y se congela a temperaturas muy bajas. Sin embargo, el gasóleo contiene naftas, que se solidifican rápidamente a temperaturas cercanas a los 0ºC. Antiguamente, para evitar que se congelase el gasóleo, se mezclaba con gasolina, de ese modo permanecía líquido a temperaturas bajas.
Fuente: Autocasión.