may
12
¿Cómo circular por una rotonda con carril-bici?
El aumento del uso de bicicletas y patinetes sigue transformando el paisaje y la configuración de nuestras ciudades. El cambio más evidente es la instalación de carriles bici, de características diversas. Creados inicialmente para ofrecer un entorno de circulación más seguro para las bicicletas, estos carriles acogen también hoy a los usuarios de patinetes eléctricos, el vehículo de movilidad personal más popular.
Otra infraestructura que, poco a poco, empieza a llegar a nuestro país es la llamada «rotonda holandesa». ¿Has oído hablar de ella? En Pecafer te contamos todo al respecto.
Su definición es sencilla: se trata de una rotonda que integra un anillo exterior destinado a carril bici. El origen de su denominación tampoco esconde ningún secreto: los Países Bajos son la región que más ha desarrollado esta solución urbanística, en respuesta al uso masivo de la bicicleta por sus ciudadanos. Como sucedió en su momento con los carriles bici, todos los usuarios deben conocer las normas básicas de circulación por esta nueva tipología de rotonda, para que sea realmente segura para todos:
- Peatones: aunque tengan prioridad, deben prestar siempre atención a la llegada de cualquier vehículo y asegurarse que les ceden el paso.
- Ciclistas: deben detenerse en el paso de peatones en caso de que una persona esté cruzando o a punto de cruzar y, al entrar en el carril bici de la rotonda, ceder el paso a las bicis que circulen por él. Además, asegurar que son visibles para los vehículos de motor en los cruces de ambas vías. Al abandonar el carril, deberán detenerse de nuevo en el paso de peatones.
- Conductores: deben circular bajo la máxima de que el resto de usuarios tienen prioridad sobre ellos. Así, deben reducir la velocidad al aproximarse a la rotonda y detenerse en caso de que haya peatones cruzando o a punto de cruzar. Justo después del paso, encontrarán el carril bici, por lo que deben asegurarse también que no hay bicis circulando. Superado el carril bici, deberán comprobar que no hay vehículos circulando en los carriles centrales. En el interior, las normas ya conocidas: circular preferentemente por el carril interior hasta llegar a su salida y desplazarse al exterior para abandonar la rotonda. Es básico, más que nunca, señalizar bien cualquier movimiento.